DEJÉMONOS DE CUENTOS
LAS COSAS CLARAS.
Si un hombre no te llama, es porque no quiere llamarte, si no te invita a salir, es porque no quiere verte, si te trata como si fueras una mierda, es porque le importas una mierda, si te traiciona, es porque no le gustas bastante, si te deja ir es porque no quiere estar contigo.
Es que no estoy listo, es que tú eres la mujer de mi vida pero, es que ahora no es el momento, es que no sé, es que tengo que organizar mi vida, es que si pero no, es que, es que, es que.
Es que ¿Qué?, ¡es que no quiere! Vivimos siguiéndoles su jueguecito de confusión y victimación porque “pobrecitos, el me ama pero yo lo entiendo”.
Dejemos una cosa clara: Cuando un hombre quiere estar con uno, ¡ESTA! Así de fácil. Sin tantos enredos, sin tantas mentiras, sin tantas excusas.
Cuando un hombre se derrite por ti, puede que le de miedo, claro que sí, pero lo enfrenta porque no va a arriesgarse a perderte.
Deja de ser tan Madre Teresa de Calcuta, justificándole cada rechazo, cada desplante y cada excusa. Ponte TÚ en un primer lugar.
No necesitas a alguien que no sabe lo que quiere, que no ve lo mucho que vales, que no ve todo lo que puedes aportar a su vida.
Por favor, no quieras intranquilidad, dudas y desprecio envuelto en explicaciones sin sentido. Tú mereces, MERECES un hombre que sepa qué tiene enfrente, que te valore y se esfuerce cada día por ti.
Deja ya de romperte las uñas por algo que probablemente no va a ser tan bueno como tú piensas y date la oportunidad de recibir todo lo que mereces con un hombre que si te quiera.
RECUERDA: No existe hombre asustado o confuso.
Tampoco existe hombre trágicamente afectado por el pasado, ni hombre necesitado de ayuda.
Los hombres se dividen solamente en dos categorías: los que te quieren y los que no.
Todo el resto es una excusa.
1- Cuando imaginas y creas ilusiones en tu mente, tú pareja ya no es protagonista y tal vez ni aparece en esos pensamientos. Es muy triste pero, tu hombre deja de aparecer en tus pensamientos de futuro y los que te creas, los visualizas sin él y sientes que es mejor.
2- Cuando despiertas ya no lo miras y sólo piensas “un día más”. Cuando hay amor, te despiertas, miras y acaricias a tu pareja en la cama. Lo besas y le das los buenos días pensando en despertar junto a él un día más y escribir una página más del libro de vida.
3- Cuando no está en casa, no lo extrañas y te sientes mejor sola. Se te olvida que él no está y si por algún momento piensas. "Ahora va a llegar” Sientes que no te apetece que eso suceda y prefieres seguir en tranquilidad y en soledad.
4- Ya no disfrutás de una comida juntos, nunca. Esas comidas o cenas que antes hacías con él, ya no existen. Ahora las comidas son aburridas de cocina fácil y de conversación cero. Lo que pasa y se dice en una mesa, puede decir mucho de una relación.
5- Ves que, cuando te lo estás pasando bien, el no está cerca de ti. Ya tu vida empieza a buscar otros caminos y en momentos empiezas a ser feliz y a sonreir. En eso momentos tu pareja no es participe de ello y es allí donde piensas. “YO"
6- Sin darte cuenta dejas de preocuparte por si está bien o donde está.No es que seas mala persona, si no que tu hombre ya no te preocupa donde está o que hace… Llega un momento que ya deja de ser importante para ti, así sin más, y comienzas a pensar más en ti, en tus hijos u otras personas
7- Cuando le dices adiós no sientes especialmente nada. Si hay momentos en los que se va, o dejas de verlo algunos días por cualquier situación, al despedirte, te quedas igual e incluso piensa… ¡Qué bien!… se ha ido unos días.
8- Comienzas a proyectar un nuevo amor. Vuelven a crecer ideas e ilusiones con alguna persona que tal vez hayas conocido, o no, simplemente te imaginas con alguien volviendo a sentir el amor y volviendo a sonreír de felicidad.